Las Alteraciones, son
enfermedades que afectan a la composición química y disminuyen la resistencia
de la Madera.
Enmohecimiento de la Madera
Cuando las condiciones
ambientales de humedad y temperatura son adecuadas para la vida de los hongos,
éstos comienzan a desarrollarse a expensas de la Madera, destruyéndola.
Hay que procurar que los
elementos de Madera estén bien ventilados, y que en caso de mojarse por goteras
o filtraciones, puedan secarse con rapidez. Por otra parte, un buen aislamiento
térmico del exterior evitará la humedad por condensación.
Pudrición y Destrucción de
la Madera por insectos y moluscos o Carcoma
La pudrición es la
destrucción producida por la descomposición de la savia, la cual da a la Madera
diversas coloraciones por las que se las clasifica ( blanca, roja, azul y negra
).
En cuanto a la carcoma, las
larvas y orugas de ciertos insectos atacan la Madera de los árboles en pie,
preferentemente la albura, por contener más almidón, produciendo una serie de
galerías y coqueras que inutilizan la Madera.
Para protegerla, se
utilizan productos que impiden el desarrollo de hongos e insectos. Estos
productos pueden aplicarse superficialmente o por impregnación.
Destrucción de la Madera
por el fuego
La Madera puede protegerse
con productos químicos o forros que la aislan del contacto de las llamas por la
formación de gases envolventes o precipitados salinos que mantienen alejado el
oxígeno del aire, haciendo más lenta su carbonización y evitando la formación
de llamas.
La Madera resiste durante
más tiempo a elevadas temperaturas que el Hierro pues, aparte de no sufrir tan
grandes dilataciones, el Carbón que se forma en la superficie protege el
interior de las piezas.
Prevención
Para evitar el deterioro y
aparición de patologías en la madera, se deben elegir los productos más
adecuados para su protección, conservación y decoración, para que su
mantenimiento sea el más duradero posible a lo largo de su vida útil. Como por ejemplo el profilan.
Agentes Climáticos
Madera degradada
Cuando la Madera está mucho
tiempo expuesta al aire, se produce una oxidación del carbono, envejeciendo la
madera y tomando ésta un color oscuro.
La lluvia y la humedad
provocan cambios dimensionales (hinchazón y deformación por contenido de agua
en las fibras) y favorecen la aparición de hongos y xilófagos.
En carácter preventivo,
toda madera expuesta al aire, ya sea en espacios abiertos o cerrados, deberá
ser recubierta con un material adecuado para protegerla de factores ambientales
adversos.
Las Maderas sumergidas en
agua dulce o empotradas en un terreno saturado de ésta (Tablestaca, Pilotes),
se conservan bien, en general. Sumergida en agua salada es fácil que sea
atacada por organismos marinos. Sin embargo, la Madera que está
alternativamente dentro y fuera del agua sufre mucho.
El sol y la humedad
combinados provocan la degradación superficial de la madera, y se produce el
efecto conocido como meteorizado.![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_uxh-W4oX1qnEoF-P3i0ZjI94BzLkrK57FEHLQ3cGqyPdM0Tw-YtGbJlmYJqlw0--Qa3tPGD2QlYKwNcbDbGZI7ik1ikMfCf9BnByA1NyiNOwFlizJttU7HwMTyz81puybMV4_fB_fMkpFPrDiUNW5Ekl7itrT5H2-TXTBjgsiYSSqR=s0-d)
La exposición de la madera
a la radiación solar provoca la desaparición de su color natural. Por otra parte
la misma adquiere rugosidad al tacto y un tono grisáceo característico.
El efecto del hielo se
manifiesta por grietas radiales, generalmente próximas a la base del árbol,
perjudicando a las resistencias mecánicas y abriendo una puerta al ataque de
hongos e insectos.
La Madera resiste mal a la
acción del fuego, lo cual se agrava si es rica en resinas, grasas, etc.
Los ácidos y las bases
pueden producir un ataque a la Madera, hidrolizando la celulosa o disolviendo
la lignina. La cal y el hormigón fresco pueden atacar a la Madera pero las
consecuencias son leves.
Hongos y Bacterias
Los hongos son organismos
vegetales sin clorofila que se reproducen por esporas que son transportadas por
el viento, y cuando las condiciones de germinación y posterior desarrollo son
favorables infectan la Madera en que han caído.
Para que la pudrición pueda
progresar se requieren cuatro condiciones:
Debe haber alimento
Aire, aunque sea en pequeña
cantidad
Humedad constante y muy
intensa, que sobrepase el 20%
Temperatura adecuada.
Los hongos se fijan en el
material y destruyen la lignina, que es la sustancia que actúa como puente de
unión entre las células de la madera, la cual se va desintegrando de a poco y
adquiere una textura rugosa y agrietada.
A partir de allí se produce
la filtración de humedades que no encuentra freno a su penetración.
A su vez la humedad da pie
al moho, que si no es frenado a tiempo, provocará la pudrición de la Madera.
Insectos
Algunas clases de insectos
utilizan a la madera como refugio para depositar los huevos aprovechando huecos
y pequeñas fisuras que encuentran. Cuando nacen las larvas, cavan las galerías
y convierten la madera en su hábitat, extrayendo de ésta el material que los
alimenta. Esto produce la lenta destrucción de la madera.
Carcomas
Las hembras depositan sus
huevos en las grietas de la madera o también en galerías ya hechas. Las larvas
recién salidas del huevo se abren paso dentro de la madera, crean una red de
túneles y galerías, que van en todas las direcciones, están llenas de serrín y
tienen un corte circular. Los agujeros de salida son circulares y tienen un
diámetro de 1-2 mm. Debajo suelen aparecer pequeños montones de serrín.
Algávaros
Excavan sus galerías en las
vigas de madera y otros elementos del mismo material, paralelamente a la
superficie, pero sin afectar a ésta. Es una lesión difícil de detectar ya que
por fuera la madera está intacta; aunque si se presiona sobre la superficie,
los huecos internos cederán y se romperá la zona presionada. Se deberá cortar
la parte afectada, y si se teme por la resistencia de la pieza, cambiarla por
una nueva de iguales características. Si esto no es posible, se deberá
impregnar la superficie con un producto adecuado.
Termitas
Viven en las galerías que
practican en los árboles y en las maderas que forman la estructura de los
edificios. No dejan serrín en sus galerías, si bien suelen delatar su presencia
por la aparición de pequeñas alitas de color plateado. Como tratamiento
preventivo se recomienda impregnar la madera con productos antisépticos
insecticidas o bien alejar las piezas de madera del contacto con el suelo.
Asimismo no se admitirá en obra exterior maderas con defectos tales como nudos,
corazón partido o acebolladuras, ya que son una vía de acceso para este tipo de
insectos.
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